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"Can not prevent it, but there is no need to prevent it", verdadero título de la obra |
Muchos de vosotros me habéis
celebrado la portada de El Teatro de los
Prodigios. Sin duda ha cosechado un éxito arrollador; a mí también me asaltó
el asombro cuando recibí la ilustración por correo electrónico y le clavé la
vista por primera vez, y recuerdo que no tardé en ponerme en contacto con mi
editor para descubrir quién ostentaba la autoría de tan fantástica estampa.
La ilustración, me contó Raúl, no
había sido creada por los artistas en nómina de la editorial, como yo pensé en
un principio, sino que correspondía a un dibujante freelance que ofrecía sus inquietantes visiones oníricas y
surrealistas a toda suerte de grandes empresas, desde editoriales hasta discográficas,
pasando por firmas de videojuegos y hasta estudios de cine.
Se trata de un joven ilustrador
japonés de 25 años que responde al nombre de Ryohei Hase.
No voy a extenderme aquí en su
trayectoria artística, su biografía o sus logros; las webs que a continuación
expongo ya lo hacen por mí. Y, lo que es más importante, exhiben hermosas galerías
del trabajo de este misterioso artista, colecciones de turbadoras escenas que
proceden de los rincones más oscuros de nuestra mente. Yo incluyo algunos
ejemplos al final de esta entrada, pero en las siguientes webs encontraréis muchos más.
¡Que las disfrutéis!
http://www.taringa.net/posts/arte/13045141/Surrealismo-de-Ryohei-Hase.html
PÁGINA OFICIAL
¡La portada es realmente genial! Lo vi hoy en una librería y me enamoré de ella, ya que solo la había visto por Internet. Un beso :D
ResponderEliminarMuchas gracias, Laura.
ResponderEliminarLa ilustración de portada está gustando mucho. La verdad es que es magnífica.
Son unas ilustraciones verdaderamente bellas e inquietantes, tienen gancho. Desconocía a ese artista, le mostraré a su trabajo a una conocida mía que le gusta mucho el arte.
ResponderEliminarUn saludo.
Es espectacular, la portada y las demás obras. Asombroso!
ResponderEliminarUn saludo.
Gracias, Paloma y Juanjo. Las producciones de este artista van de lo inquietante a lo grotesco, pero ninguna se desvía de ese sentido de la maravilla que casa tan bien con las obras que ilustran.
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